El transito en Uruguay






Como es el tránsito o tráfico en Uruguay

El tránsito en Uruguay no es un tema para cualquiera, ni que cualquiera pueda comprender fácilmente.



Desde muy temprana edad y abusando de mi sentido común, siempre me pregunte. Porque el transito es así? Llegue a la conclusión de que nadie lo puede explicar, pero como siempre fui muy investigador y no me rindo fácilmente, descubrí algunas cosas que podrían descifrar el enigma.

Son muchos los puntos a tocar sobre este tema pero voy a comenzar por el transporte público, se que ya de solo leerlo le debe haber corrido al lector un frío por la espalda pero amigo hay que enfrentar la realidad.

Otra cosa que he notado desde muy temprana edad fue que los ómnibus traían algo curioso a su lado, como una especie de bandera, pero siempre de distinto color.

Pensé que era algo divertido, que cada día para alegrar la vida de la ciudad, la cual es un poco gris, colocaban una bandera de colores.

Cuando crecí me di cuenta que no era una bandera y que no le alegraba la vida a nadie sino todo lo contrario, eran las señoras que no habían podido subir rápido o por lo contrario no habían podido bajar del ómnibus a cuarenta kilómetros por hora, es que las señoras en Uruguay son muy poco deportistas, no son como los jóvenes que yo he visto que hasta dan una vuelta de carnero después de la corrida que se mandan cuando bajan del ómnibus.

Yo pienso que todo esto lo hacen por nuestra salud, ellos nos quieren entrenar para que cuando seamos mayores no les hagamos perder el tiempo en las paradas.

Por este motivo ya desde la época escolar, te dejan con la mano levantada, parado como un poste y te obligan a ir caminando a la escuela para que mantengas la forma, además ellos saben que adentro del ómnibus no es un lugar seguro, hay muchos oportunistas, entonces no es un lugar seguro ni para los niños ni para las personas mayores, pero como dejar caminando a un anciano es cruel, lo llevan colgando afuera para que viaje tranquilo a recaudo de los amigos de lo ajeno.

Igual yo, pondría colchones en las paradas y protecciones en los postes para que los menos duchos y los ancianos no sufran lesiones evitables.

Parece ser también, que los ómnibus y los taxistas, hicieron una sociedad secreta y compraron todas las calles del país, de esto casi nadie está enterado porque fue muy en secreto, pero la desinformación tiene sus consecuencias, hay cientos de accidentes de tráfico porque ellos cruzan las calles y pasan los semáforos como si fuera el living de la casa y lo es y nosotros les estamos invadiendo propiedad privada y esto es muy injusto.
Alguna vez vieron a algún policía de tránsito detener algún ómnibus?
Alguna vez pagaron algún accidente de tráfico de los cuales hayan sido culpables?
Seguramente alguno en el cual el otro iba borracho y eso en Uruguay hasta hace muy poco era un atenuante y no un agravante, gracias a dios que alguien tuvo un poco de coherencia y se dio cuenta de que esto era un disparate.

Mas te vale no tener un accidente de tráfico con ninguno de ellos, si es con un ómnibus, olvídate de cobrar y si es con un taxi a los tres segundos estás rodeado de una manada de ellos y mientras estás atrapado dentro del coche sin poder salir, ves cómo mueven los coches de lugar o como te patotean o tratan de coaccionar de alguna forma para que el culpable seas vos.

Juan circulaba con su coche por una calle de Montevideo, llegó a la esquina y tenía a su izquierda un ómnibus parado bloqueando todo posible tráfico de ese sentido, (a lo que cabe destacar que ellos difícilmente paren en la parada, suelen para en la mitad de la calle), entonces mira hacia la derecha y tampoco venía nadie y cruzó con tanta mala suerte que por su izquierda, contramano rebasando el ómnibus venía un taxi alto del piso, casi lo agarra en la mitad, a consecuencia del impacto Juan chocó a un tercero que estaba estacionado ahí.

Fueron pocos los segundos que demoraron en llegar unos quinientos taxis y su empresa aseguradora, el único que preguntó si estaban bien fue un médico que pasaba caminando y se acercó, la compañía de seguros llegó en esa especie de camioneta y parecían el escuadrón swat, llegaron derrapando y bajaron con sus armas largas, unas lapiceras con tinta que parecía que nunca se iban a acabar.

Entre medio de todo el tiroteo de información, Juan escucha que uno de los del seguro se pone a hablar con la señora a la cual le habían chocado el coche que estaba estacionado, este señor le dijo, textuales palabras, señora usted mejor váyase porque su coche está tocando la línea y está mal estacionado y va a terminar pagando usted, a lo cual la pobre señora crédula a lo que le decía este hombre se fue asustada, pero lo más gracioso fue lo que le dijeron a Juan, mire usted tuvo la culpa y es mejor no tocar los seguros, así que no haga la denuncia y preséntese mañana por la mañana en la compañía y pague los daños del taxi a lo que Juan contestó, a si!!! A bueno y a que hora puedo ir a las 6 de la mañana esta abierto, creo que ahí fue cuando el del seguro se dio cuenta que su verso no colo.

Minutos antes de la aparición de estos señores el chofer del taxi le había dicho a Juan, que sabía que la culpa era de él y que por favor no hiciera la denuncia porque tenía ese trabajo hace poco y lo iban a echar.

Juan decidió conmovido por esas palabras no reclamarle nada al taxi y Juan dejó ahí una gran lección, podemos estar rodeados de personas que no sirven para nada, pero nunca en la vida esas personas nos pueden oscurecer y hacernos caer en la inmundicia de ellos porque sino vamos a entrar todos en la misma y eso es lo que le ha                                                                                      pasado a Uruguay en estos últimos tiempos.

Parecería ser que hay que seguirle explicando a este pueblo Uruguayo, que por mas que sean compañías privadas, están dando un servicio público y nosotros pagamos y bien caro por ese servicio, ellos y sus familias comen gracias a que todos nosotros nos tomamos en ómnibus cada día, ellos son tus empleados.

Inclusive hasta parece que te estén haciendo un favor con llevarte y a los escolares como no pagan, directamente no les paran, no se dan cuanta que ese escolar el día de mañana va a ser otro cliente mas, no se dan cuenta que ese escolar puede llegar a ser el día de mañana un médico que te salve la vida, no se acuerdan que ellos también fueron escolares, si se acuerdan, pero ahora están en el poder de llevarte o dejarte caminando y eso es lo que paso siempre en este dichoso país, un poquito de poder aunque sea irreal y nos volvemos los peores, buscamos esa especie de venganza a no se quien.

Pedro vivía un poco alejado de Montevideo, todas las mañanas él y varios escolares se levantaba bien temprano, con un frío que aún recuerda y esperaban bajo la intemperie a que pasara el ómnibus, el ómnibus pasaba pero nunca paraba, siempre algún padre o madre tenían que llenar con 30 niños un coche para llevarlos a la escuela porque ellos no paraban.

Una tarde noche, pedro no soporto más la injusticia, se armó de muchas piedras y espero a que pasar el dichoso ómnibus y descargó toda su bronca contra este y salió corriendo, cada uno de nosotros contribuimos a lo largo de nuestra vida con nuestras actitudes a que la sociedad sienta este odio hacia todo y que cuando sean grandes van a ser ni más ni menos lo que les dimos, esta comprobado que todos los seres humanos somos a la vez, buenos y malo, pacifistas y violentos, es la educación y la vivencia diaria la que nos hace ser más de una cosa y suprimir la otra.


Rodrigo era otro estudiante pero ya un poco mayor, tenía 15 años, esperaba el ómnibus en la esquina de su casa, estaba él solo, el ómnibus nunca le paro, pero un par de cuadras más arriba había otra parada y Rodrigo corrió lo más rápido que pudo y se lo tomó en la siguiente, cuando subió, miró al chofer como diciéndole, me dejaste tirado y el chofer de unos cuarenta años con la complicidad del guarda, le dijo que te pasa, que me miras, yo para donde quiero, fue todo el viaje mirándolo de pesado y todavía Rodrigo tuvo la mala suerte de que en su parada no se bajaba mas nadie que le, tocó el timbre y este abrió la puerta a unos ciento cincuenta kilómetros por hora y Rodrigo se bajó como pudo, terminando en el suelo con su tabla de dibujo, Rodrigo hoy ya es grande y muy grande y no se ha olvidado de esto y no ve el día de encontrarse nuevamente con este chofer y explicarle algunas cosas, este es con el odio que vive la gente en Uruguay, si sumamos el odio al chofer, el odio al taxi, el odio a los profesores, el odio al gobernante, el odio a la injusticia, el odio al funcionario público y el odio al prójimo que tiene el mismo odio que vos, el resultado es evidente y lo estamos viviendo hoy en día, nuestra sociedad.


Pero regresando al tema del transporte público, estas personas que trabajan y viven de él, deberían tener bien claro, como lo deberíamos tener nosotros antes que ellos, que si un buen día todos juntos nos cansamos de este abuso, podemos hacer un paro como el que hacen ellos y no tomarnos más ómnibus, nos compramos bicicletas o pedimos a vecinos que nos transporten o caminamos como locos, pero no nos tomamos mas un solo transporte público y ahí se van a dar cuenta lo importante que somos, ahí se van a dar cuenta que sin nosotros no comen y ahí las cosas van a ser como tienen que ser y no como están.

En el Uruguay parecería que todo está al revés de cómo debería ser o de lo que el sentido común nos dice, si nos fijamos en que cosas son en las que esta al revez es fácil identificarlas, están al revés en todos los aspectos en los que el que las hace al revés tiene cierto poder, real o imaginario, en el caso del transporte público ellos tienen el poder, tienen vehículos gigantes, respaldo legal indefinido y vos precisas de ellos para moverte, eso ya es suficiente para tener poder y tratarte como una basura aunque ellos sin nosotros no comerían, es ilógico no?, entonces es hora de ponerle lógica a todo de una vez y para siempre.

Los vehículos normales tampoco se quedan atrás, inmersos en esta guerra buscan su posición, gritos, bocinas, peleas, hasta armas de fuego por discusiones en el tráfico.

Uno para en una calle donde no podes estacionar y tu madre que no puede caminar se tiene que bajar ahí, prepárate para pelear con toda la cola de coches que están detrás, hay gente que ya se va poniendo los guantes de boxeo un par de cuadras antes y cuando para le dice a la mama, ahora vieja, y el se baja a las trompadas y cuando la mama entro a la casa el como puede se sube al coche y huye.

Otro problema grave es donde se te rompa el coche porque ahí si que no puedes huir, pero dejando un poco de lado la broma, fijémonos en una cosa, a uno se le rompe el coche y te empiezan a mandar a todo tipo de lugares, entonces vos te bajas y decís, se me rompió el coche y más de uno de esos que te insulta, te dice “a para, vamos a empujarlo” o te da una mano, esto no lo puede explicar ni dios, somos al mismo tiempo intransigentes y compañeros, se ve que una vez que vieron que el problema era real, te ayudan, esto tiene solo una conclusión y es que somos intransigentes, prejuiciosos y nunca pensamos en que la otra persona puede haber tenido un problema real y no que lo está haciendo de vivo o porque te quiere molestar, no tenemos paciencia y todo estos atributos los hemos aprendido y los hemos heredado de generaciones pasadas.

Después tenemos a los otros, los que si van por el tráfico como si fueran ellos solos, esto es parte del egoísmo reinante en Uruguay, van por la izquierda, paseando y sin dejar pasar a nadie, toda la derecha libre, pero ellos por la izquierda como si fuera Inglaterra, después aparece el otro, el que se le pega al para golpe y empieza a tocar bocina y hacer juego de luces desesperado como si se tratara de una cuestión de vida o muerte, el de adelante se calienta el otro lo pasa por la izquierda, se pelean, se insultan, hasta llegan a las manos, es una cosa de locos, en este caso se ve claramente la conducta general de Uruguayo, el que va por la izquierda paseando que le importa poco el resto de la gente y el que lo quiere pasar que pone en peligro su vida y la de los demás por nada, pero el tema es general, todos contribuimos a que todo sea un desastre, si ponemos un conductor Uruguayo en una sociedad donde esto no pase, el Uruguayo solito se adapta a la situación, el problema grave que tenemos nosotros es que es completamente al revés y hay muy pocas personas con coherencia en el tráfico y es tan sencillo, se circula por la derecha y se acabó, si queres pasar a alguien te abrís a la izquierda, lo pasas y volves a la derecha y si en ese momento que alguien está pasando a otro y vos vas mas rápido, esperas un poco, dejas que el otro lo pase, que se abra a la derecha y pasas tranquilamente, sin juegos de luces, sin bocinas, son insultos y sobre todo sin poner en riesgo la vida de nadie, porque todos sabemos que a esas velocidades y si le pegamos el coche al de adelante y a este se le ocurre hacer una maniobra o tocar ligeramente el freno por lo que sea, se matan todos.

En esta cadena evolutiva nos faltan los transeúntes son como en ñu, en la cadena alimenticia de África, son los últimos y más sufridos.

El peatón tiene que sufrir, el destrato del chofer de ómnibus, la intolerancia de los coches y motos que te pasan zumbando, las únicas cebras que se respetan de verdad son las del palacio legislativo, porque como está la represión mirándote las respetamos y acá me quiero detener antes de seguir con el peatón, en esta acción vemos claramente que nunca hacemos las cosas porque entendamos que esta bien, lo hacemos por miedo a la multa, pero cuando el miedo no está pasamos por arriba al que sea, una vez más vemos que en nuestra sociedad está claramente visible como somos y qué educación nos dieron, las cosas hay que hacerlas por que sabemos que es lo correcto, porque somos humanos y porque es esencial para vivir en una buena sociedad y no en una guerra.

Volviendo al peatón, este tiene pocas maneras de vengarse porque es el más débil, pero igual se las rebusca para descargar ese odio, ya sea como peatón o como chofer, porque a lo mejor él también tiene coche y cuando se sube descarga su bronca, pero en el caso de que no tenga coche tiene sus tácticas, por ejemplo cruza los semáforos o las cebras despacito y mirando a los coches como provocándolos, porque se piensan que no lo van a pisar, yo les aconsejaría que no provoquen a la suerte, porque donde ese chofer, tenga amigos importantes o simplemente demuestra que no tiene para pagar, te vas a tener que soportar varias semanas de hospital gratuitamente.

Luis circulaba con su moto por una calle céntrica de Montevideo, el vivía en la zona de hacía años y conocía perfectamente por dónde iba, pero el camión se ve que no vivía en la zona, que no conocía la zona y que nunca vio el pare, lo pasó por arriba.
Luis terminó fracturado hasta la oreja en el piso de un hospital público, digo piso literalmente porque se cayó de la camilla y ahí lo dejaron.

Nadie pagó por esto, pero tampoco la idea es que se pague por estas cosas, sino que no ocurran nunca más.

La libreta de conducir se la dan a cualquiera, hay que empezar a hacer los exámenes más rigurosos, no puede ser que el examen consista en dar una vuelta a la manzana, en un examen teórico múltiple opción y el examen médico lo pasa hasta un ciego y sordo.

Pero en este punto hay que tener cuidado y los pongo de sobre aviso, todos los modelos que queramos tomar deben ser tomados de países en serio, como somos latinos solemos tomar los avances de estos países que por lo general vienen con premio, hay países europeos que parecen estar haciendo las cosas bien, pero está todo basado en la corrupción, los exámenes son vergonzosos, te hacen perder por gusto una y otra vez para que sigas pagando las tasas de exámenes y las clases del auto escuela.

Tenemos que asegurarnos que a esa persona que le vamos a dar la licencia de conducir, está verdaderamente capacitada para conducir y que no va a generar ningún destrozo, tenemos que ser conscientes de que una persona al volante puede ser como un mono con una ametralladora.

A los nuevos los podemos formar, pero tenemos otro problema los viejos conductores, a estos hay que reeducarlos, con controles en las calles que en vez de multar salgan a educar y con campañas masivas de televisión.


En todos los países del primer mundo, cuando uno se saca la libreta de conducir te hacen pegar en los vidrios del coche, obligatoriamente, un pegotin que tiene una L mayúscula, significa, learning, que en español es aprendiendo, esta letra se utiliza en países inclusive de habla hispana, porque ya es como un referente internacional, este pegotin se debe llevar durante un año y sirve para advertir a los demás conductores que la persona que conduce ese coche recién se sacó la libreta y que obviamente puede cometer algún error, nos advierte que es mejor mantener la distancia y no ponerlo nervioso exigiendo que sea un prodigio al volante.


Este mecanismo no implica ningún gasto excesivo de dinero, es solo tener buena voluntad para querer hacer algo positivo por el tránsito.

En Uruguay mueren cientos de personas en accidentes de tráfico, si nos ponemos a observar son dos los casos donde se colisionan, en las carreteras por no tener muros de contención y obviamente en los cruces.

Ahora cómo podemos solucionar esto para ayudar a disminuir los accidentes, muy fácil, eliminar los riesgos potenciales de cruzarse, en las calles de Uruguay te podes matar en cada esquina, son todos cruces, se deben cerrar los cruces, evitar las esquinas, flechar las calles y colocar rotondas, porque los semáforos se respetan o no, las rotondas bien hechas se respetan porque hay que para si o si, seguramente con estos cambios para ir al mismo lugar que antes tengas que hacer más cuadras o caminar un poco, pero no te vas a matar en una esquina ni vos ni nadie de tu familia.

Como se pueden evitar los choques frontales en las carreteras, fácil, autopistas o autovías, pero en este punto cabe destacar algo muy importante, hace años que Uruguay debería tener autopistas o autovías, al menos donde se sabe que la gente se mata como moscas, pero soy consciente que primero se debe solucionar la pobreza, porque sino en vez de en carreteras la gente se va a morir pero de hambre o te van a matar para robarte, es de muy mal gusto hablar de proyectos de millones de dólares cuando hay gente que vive en ranchos de lata, sin educación y sin trabajo, primero hay que invertir en recuperar la sociedad y después lo demás, primero hay que generar trabajo y buenas leyes sociales de ayuda efectiva a todos y cada uno de los ciudadanos y después hacemos autopistas.

Sin embargo la solución a todas estas muertes por accidentes frontales se puede empezará  a solucionar de alguna manera, si no hay dinero para autopistas, al menos se podrían colocar sistemas de contención (el más barato),  para evitar que el que viene en sentido contrario se cruce para tu senda y se produzca un desastre y después a medida que se vaya pudiendo se construyen pasos a nivel, carriles de aceleración y desaceleración y demás medidas de seguridad que conforman una autopista.

De todos modos todos pagamos peajes y la idea es que se siga haciendo y el costo de las patentes de rodado es una de las más caras del mundo, esto es algo que no se puede entender, en países de primer mundo podes pagar por un coche del año y que no tenga mucha cilindrada, traducido a moneda nacional, unos mil quinientos pesos anuales, en Uruguay se paga por un coche de baja cilindrada y con diez años de antigüedad unos nueve mil pesos anuales, casi diez veces más y con un sueldo diez veces menor y un coche diez veces más viejo.

Como se ve nadie ha pensado nunca en el pueblo, lo primero siempre ha sido otra cosa y no nosotros, Uruguay hace ya décadas que tiene semáforos y nunca nadie en ningún gobierno pensó en el ciego o el inválido, no hay un solo semáforo con señalización sonora para los invidentes y no hay un solo cordón de vereda, (solo en algunos hospitales) que tengan rampas para las sillas de ruedas.

Como todo evoluciona, evoluciona también la vialidad, pero la responsabilidad es del responsable de esto, es estar informado y actualizado de lo que pasa en el mundo, en Montevideo no hay una sola línea bien pintada en las calles, ni las cebras, ni los lugares para estacionar, se deben actualizar en las señales de tráfico y mantener una línea con el mundo, así cuando viene un turista no se siente perdido y en la época de las carretas y cuando viene un inversor queda conforme con un país que avanza y que no se quedó en la historia.

Mantener pintadas las líneas no es tan caro, mano de obra hay a montones y la pintura no es que salga tan cara, es solo tener la voluntad de pensar en el país y su gente.

Somos un país bastante pobre y con poco recurso, pero eso no va de la mano con la ignorancia y la indiferencia hay muchas cosas que se pueden mejorar y muchísimas más que se pueden hacer sin necesidad de gastar dinero, inclusive solo utilizando recursos que ya tenemos y no utilizamos.

Del que nunca pensaron tampoco fue del ciclista, el ciclista debe tener una senda para el y no andar regalado entre los coches esperando el día que uno lo aplaste, igualmente los ómnibus, deben tener su carril de circulación propia donde esto sea vialmente posible de hacer.

Tampoco era tan loca la idea del tren, el tren eléctrico es un excelente modo de transporte, rápido, económico y no contamina, evita problemas de tráfico y es sumamente efectivo, en los países desarrollados es uno de los medios de transporte más usado, porque se ha comprobado que es el mejor.

Un servicio de tren efectivo, que una los barrios con el centro es una buena forma de evitar tráfico pesado y una buena forma de no contaminar más, porque el tren es eléctrico y si la gente toma el tren y no usa el coche se ve aún más beneficiado el medio ambiente, se gasta menos, es más efectivo, no corremos el riesgo de accidentes, multas ni estacionamiento y llegamos siempre en hora y sin retrasos.


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